Si te interesa la raza del pastor australiano y estás pensando en incorporar uno a tu vida, este artículo es para ti. Como criadores de cachorros de pastor australiano en Cataluña, sabemos que antes de decidir es fundamental conocer bien la raza. Aquí tienes 5 puntos clave que deberías tener muy claros:
1. El pastor australiano es un perro muy inteligente y activo
Esta raza destaca por su gran inteligencia y energía. No lleva bien el aburrimiento, y te lo hará saber. Aprende con rapidez, pero también necesita retos y actividades variadas para mantenerse equilibrado.
De hecho, aunque parezca contradictorio, lo primero que debería aprender es a mantenerse en calma y evitar la sobreexcitación.
2. Necesitan vínculo emocional y estimulación mental
Más allá de los paseos, los aussies necesitan sentirse conectados con su guía. Son perros que trabajan muy bien en equipo y disfrutan con juegos que estimulan su mente. Juegos de olfato, entrenamiento en positivo o deportes como el agility son perfectos para ellos.
3. Son perros de aventura, rústicos y extremadamente leales
El pastor australiano es el compañero ideal para personas activas. Les encanta caminar, correr, hacer excursiones… y también te seguirán fielmente a cualquier parte. Son afectuosos, valientes y muy leales.
4. No son perros para todo el mundo
Esta raza requiere tiempo, dedicación y paciencia. No es un perro de «tener y ya está». Si buscas un perro de baja energía, el aussie no es para ti. Tal vez otra raza encaje mejor con tu estilo de vida. Pero si tienes tiempo, ganas de aprender y de estar activo, te robará el corazón.
5. No necesitan un jardín, necesitan tiempo y afecto
Un error habitual es pensar que el pastor australiano solo puede vivir en una casa con jardín. Pero lo más importante no es el espacio, sino el tiempo y la calidad de la convivencia. Pueden vivir perfectamente en un piso si tienen rutinas, salidas y atención.
⚠️ ¡Cuidado también con los jardines! A menudo se convierten en espacios de hiperestimulación y pueden provocar comportamientos no deseados como ladridos constantes o comportamientos destructivos.